El templo Parroquial dedicado a
Nuestra Señora del Consuelo, finalizó su construcción con el alentador trabajo
del párroco Juan Bautista Cremades Peiró
y recibió la bendición del canónigo de la catedral de Valencia, José Beneyto, hijo de Altea, en 18 de Septiembre de 1910.


Tras
su reforma se retranquea la fachada y se afianzan las paredes y columnas. Para
entonces ya se habría construido la segunda cúpula, de menor tamaño que da
cobertura a la capilla lateral. Dada la expansión modernista que sacudía el
levante español en aquella época se incorporarían determinados elementos característicos
cómo las tejas de cerámica que dan un aire dinámico al tejado, figuras como la
forma de la espina dorsal de un dragón y caballetes en formas caprichosas.